El viajecito (segunda parte): el vuelo

La verdad es que el avión, como era de esperar, estaba repleto de japoneses. Y lo estaba hasta el punto de que alguna información la daban directamente en japonés y, a lo sumo, en italiano dejando incluso el inglés en un puesto relegado.

El vuelo, que como ya comentaba en el post anterior se había retrasado hora y pico por cuestiones técnicas, se estimaba de 12 horas de duración sobrevolando el norte de Europa, Rusia y su estepa siberiana hasta llegar a Japón por el norte del mismo y aterrizar en el aeropuerto de Narita. Así pues se hacía un vuelo laaargo en el cual iba a tener que sacar toda la paciencia que llevara dentro. Por suerte la de facturación de Alitalia en el aeropuerto de Manises se lo curró y me puso detrás de una salida de emergencia por lo que al no tener a nadie delante podía estirar las piernas todo lo que quisiera. Lo que no me dijo es que estaba al lado del baño, por lo que el vuelo fue un continuo pasacalle de japoneses y japonesas haciendo cola ordenadamente para ir a mear. Por cierto, no os extrañéis tampoco si los japoneses se quitan los zapatos durante el viaje.

Por cierto, en la información turística que pusieron durante el vuelo descubrí que en una de esas iglesias a las que no hice caso en Milán se encontraba el original de La Última Cena de Leonardo Da Vinci. Demasiado tarde para volver. Qué se le va a hacer.

Qué deciros sobre el vuelo... pues tenía más cosas de las que esperaba. Todos los asientos tenían además de la típica bandeja (en mi caso al no tener asiento delante se desplegaba desde dentro de uno de los reposabrazos) una pantalla LCD donde podías escuchar música (te daban auriculares, y no de los cutres que da la Renfe), ver películas (tenían una lista, aunque os adelanto que no había NADA en castelano ni tampoco subtítulo alguno en cualquier idioma) o poner un jueguecito rollo space invaders.

En el asiento, a la izquierda, también había una especie de mando a distancia incrustado que se podía sacar. Con él podías controlar las opciones de la pantalla LCD. Lo más curioso fue que por el otro lado era un teléfono satélite y por el canto podías pasarle la tarjeta de crédito para que te cobrase las llamadas. Lo que sí que no había por ninguna parte eran enchufes. El que me dijo que sí o se equivocó o me mintió como un bellaco.

En cualquier caso, no llegué siquiera a gastar las baterías del portátil o la DS, por lo que ni siquiera me hizo falta realmente. Y eso que te da tiempo a todo, que pude repasar kanjis, viciar al new Super Mario Bros, hacer parte del boletín 2 de ejercicios de Codificación de la Información, ver el final de Death Note, un trozo de la película El Truco Final en inglés...

Por cierto, también pasamos por los Urales. No se si ni hay torres ni hay na, pero lo que sí puedo decir es que hacía un fresquete de cojones, tenía los pies helados. Menos mal que al subir al avión en cada sitio había una almohada y una manta. Lo que sí estaba helada de verdad era la estepa siberiana. Aunque la veíamos a unos 12 km de altitud (sí, a esa altura se vuela y a unos 900 y pico km/h) era realmente impresionante. De hecho un japonés se me quedó mirando y me dijo al verla sugoi! que significa impresionante/increíble.

Otra cosa curiosa, aunque no pude comprobarla por que no tenía ventanilla donde estaba y la más cercana la cerraron para dormir, es que con la ruta que seguíamos habíamos salido de día para después viajar rozando el borde entre el día y la noche del círculo polar ártico, posiblemente haciéndose de noche en algunos momentos, y finalmente volviéndose a hacer de día conforme nos vamos acercando a Japón.

Bueno, como posiblemente algunos de vosotros estaréis contemplando la posibilidad de venir si no ahora más adelante os hago una pequeña sesión de preguntas frecuentes y respuestas y de paso resumo lo anterior también:

• ¿Se puede dormir en el avión?

Difícilmente, pero puedes intentarlo. Desde luego muy cómodo no es. Lo que quiero decir es, dormir seguro que duermes un rato, pero no vas a dormir bien y no cuentes con estar muy descansado luego.


• ¿Son muy pequeños los asientos?

No es que sean excesivamente grandes, pero tampoco me han parecido tan pequeños como se dice. Yo al menos quepo bien, no se si gente más grande pensará igual. En cuanto a la distancia entre asientos creo que no llegan a tocar las rodillas, pero tampoco lo puedo asegurar porque yo no tenía asiento delante y podía estirar las piernas.


• ¿Se hace muy pesado?

Sí, se hace pesado, para qué negarlo, son 12 horas de vuelo. No obstante como ya he dicho tienes una pantalla LCD donde puedes ver películas, escuchar música o jugar un rato. También puedes irte a la cola del avión a servirte una bebida. Os recuerdo que no hace falta llevarse auriculares puesto que allí te los dan (al menos en Alitalia).


• ¿Se pueden usar consolas u ordenadores portátiles?

Sí, salvo en el despegue y el aterrizaje que duran apenas nada. Lo único tened en cuenta que la batería se acaba y que allí NO hay enchufes para recargarla. Al menos no en el Boeing 777 de Alitaia en el que fui.


• ¿Las maletas van directas a Tokyo o hay que facturarlas dos veces?
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  Van directas a Tokyo. Mucho ojo con el peso que me han dicho que al salir son muy pejigueros con eso en el aeropuerto y te hacen dejar cosas en tierra. Os aconsejo enviaros a casa varias cosas por correo si creéis que se os va a ir de peso. El peso máximo de maleta (facturada) con Alitalia es de 20 kg por persona.
  
  
• ¿Dan comida en el vuelo?

No se cómo será esto generalmente, pero puedo contar mi situación. Mi vuelo tenía hora prevista de salida a las 15:15 y unas pocas horas después de despegar (de 2 a 3 más o menos diría yo) nos sirvieron la comida/cena. No se exactamente si era una comida o una cena, aunque supongo que esto último. Nos dieron a escoger menú japonés o italiano. Yo en mi caso escogí el japonés porque el italiano probablemente tendría queso o similares (para los que no lo sepan, soy intolerante a la lactosa). Te dan cubiertos y palillos, así que puedes usar el que mejor te parezca. No obstante recuerda que comerás rodeado de japoneses y en un espacio en el que no puedes abrir mucho los brazos para comer, por lo que procura no hacer el ridículo con los palillos tirándotelo todo encima. Aparte de eso, sólo nos dieron bebida de vez en cuando y un ligero desayuno un par de horas antes de aterrizar. Si tenías hambre, en la cola del avión también habían algunos aperitivos en plan bolsa de galletitas.


• ¿Qué diferencia horaria hay?

Ahora mismo en Japón (GMT +9) es 7 horas más tarde que en España (GMT +1). Digo ahora porque esto cambia en función del horario de verano europeo, que pasan de ser 8 a ser 7 como ahora. Por este mismo motivo los valores de los GMT no parecen cuadrar. A los que les dije que eran 9 horas, fallo mío.


• ¿Hace falta llevar alguna documentación adicional?

En principio la documentación necesaria para entrar a Japón, que si tienes pasaporte español y vas para visita turística de menos de 90 días no es necesario visado y basta con el pasaporte. No obstante, antes de aterrizar reparten tarjetas de desembarco a todos los extranjeros que se deberán rellenar y entregar posteriormente en la sección de inmigración del aeropuerto. En esta tarjeta piden datos del tipo nombre, fecha de nacimiento, ocupación, a qué vienes o dónde tienes pensado alojarte por lo que es recomendable tener toda esa información a mano antes de partir. También te preguntan si has sido deportado previamente de japón, si has sido condenado en un proceso criminal, si llevas algún tipo de droga o narcótico así como la cantidad de dinero con el que entras al país. Hay que tener en cuenta que la tarjeta tiene dos partes y sólo la grande, la de desembarco, es necesaria antes de bajar del avión. La otra parte, la de embarco, es para rellenar cuando os dispongáis a salir del país, aunque podéis poner ya el nombre y la fecha de nacimiento. Ante cualquier duda al respecto mejor consultar a la embajada de Japón en Madrid o al consulado general de Japón en Barcelona.


• ¿Ponen pegas en la aduana a la hora pasar el equipaje?

Pueden pedirte que les abras la maleta y echarán un vistazo. Me hizo gracia como antes de abrirme la maleta pusieron una especie de cartelito delante para que el resto de pasajeros no pudiesen ver lo que llevaba dentro. En principio creo recordar que la declaración es voluntaria aunque la entrada de productos alimenticios y revistas pornográficas (sí, has leído bien) está restringida y lo más probable es que se los queden sin piedad alguna. No obstante a mi no me han dicho nada al respecto del kilo de chufas (creo que tampoco las han visto) ni de las 3 tabletas de chocolate que mi madre me ha metido escondidas entre los pantalones sin avisar (que creo que tampoco han visto).


• Una vez en el aeropuerto de Narita, ¿qué haces?

Pues te aconsejo que sigas a todo el mundo y llegarás a los mostradores de inmigración. Allí esperas tu turno y les enseñas tu pasaporte, la tarjeta de desembarco que te han dado con tus datos y el resto de documentos que sean necesarios (ver pregunta sobre documentación adicional). Después pasarás a la zona de recogida de equipajes, que funciona igual que en todas partes. Esperas al tuyo y lo coges. Y por último, con el equipaje en mano vas a la aduana. Seguramente te preguntarán otra vez a qué vas a Japón y cuánto tiempo vas a estar. Una vez pasada la aduana entras en la zona de llegadas del aeropuerto y, al menos en mi caso, nada más salir tenía delante los mostradores de los autobuses para ir a Tokyo (hora y media tardaba el mío desde Narita al hotel) así como unas escaleras donde indicaba de forma legible que daban al tren (buscad JR de Japan Railways).

Creo que no me dejo nada, aunque si tenéis dudas acerca del vuelo ya sabéis donde estoy.